En un avance significativo para el expresidente Donald Trump, el fiscal especial Jack Smith presentó mociones para solicitar la desestimación de dos casos legales de alto perfil en su contra. Estas solicitudes se producen mientras Trump se prepara para un posible regreso a la Casa Blanca después de su victoria en las elecciones presidenciales de 2024. Los casos en cuestión involucran acusaciones de interferencia electoral relacionadas con sus intentos de anular los resultados de 2020 y su manejo de documentos clasificados después de dejar el cargo.
En documentos presentados el lunes, Smith argumentó que, según la política establecida del Departamento de Justicia, un presidente en funciones no puede ser procesado. Subrayó que esta solicitud no refleja los méritos de los casos, sino más bien una cuestión constitucional.
Smith señaló que “la Constitución de los Estados Unidos prohíbe la acusación federal y el posterior procesamiento penal de un presidente en funciones”. Trump ha mantenido su inocencia y se ha declarado inocente en ambos casos. Un juez decidirá en última instancia si concede o deniega la solicitud de desestimación de Smith. El equipo legal de Trump calificó la moción como “una gran victoria para el estado de derecho”, y el portavoz Steven Cheung afirmó que el pueblo estadounidense apoya el fin de lo que llamó la politización de la justicia.
Las investigaciones de Smith comenzaron bajo la dirección del fiscal general Merrick Garland en 2022, centrándose en las acciones de Trump relacionadas con las elecciones de 2020 y su conducta con respecto a los documentos confidenciales almacenados en su resort Mar-a-Lago en Florida. Tras un fallo de la Corte Suprema de julio que declaró que Trump es inmune al procesamiento por las acciones tomadas mientras estaba en el cargo, Smith tuvo que revisar su acusación sobre los cargos relacionados con las elecciones. Con el reciente éxito electoral de Trump, Smith parece estar cerrando ambos casos. Sin embargo, varios asuntos penales siguen sin resolverse. Trump enfrenta cargos estatales en Georgia relacionados con intentos de interferencia electoral, y su sentencia en Nueva York se ha pospuesto indefinidamente. La ex fiscal federal Neama Rahmani comentó sobre las implicaciones de la presidencia de Trump en los desafíos legales en curso:
“Está bien establecido que un presidente en funciones no puede ser procesado”. A medida que se desarrollan los acontecimientos, los problemas penales de Trump quedan en el aire, en la incertidumbre, mientras él se embarca en otro mandato presidencial. A medida que esta historia evoluciona, pone de relieve cuestiones más amplias en torno a la responsabilidad legal de los funcionarios electos y sienta un precedente para futuras figuras políticas que atraviesen circunstancias similares. Las ramificaciones de estos casos en curso probablemente resonarán mucho más allá del mandato de Trump.
El panorama jurídico sin precedentes de Trump como presidente Donald Trump se dispone a asumir la Casa Blanca afrontando múltiples cargos penales, lo que marca un momento histórico para la política estadounidense.
Los desafíos legales de Trump en medio de una presidencia histórica Donald Trump está a punto de hacer historia como el primer presidente de Estados Unidos que asume el cargo mientras enfrenta múltiples cargos penales.