El domingo por la tarde se produjo un incidente escalofriante en Ladbroke Grove, cuando un hombre de 22 años fue detenido bajo sospecha de intento de asesinato tras un doble tiroteo que dejó a una niña de ocho años y a un hombre de 34 años gravemente heridos. El tiroteo tuvo lugar alrededor de las 17:30 GMT en Southern Row, lo que provocó que las víctimas recibieran atención médica inmediata, que actualmente se encuentran en estado estable pero grave. La joven sufrió graves heridas de bala y está siendo operada, mientras que el hombre sufrió heridas que podrían cambiarle la vida. Afortunadamente, otros dos ocupantes del vehículo, una niña de dos años y una mujer de 32, resultaron ilesos durante el ataque.
El superintendente Owen Renowden expresó su gratitud a los residentes locales que acudieron a ayudar a los heridos tras el tiroteo. Hizo hincapié en la necesidad de la cooperación de la comunidad e instó a cualquier persona que tuviera información a que la presentara, independientemente de lo trivial que pueda parecerle. Una testigo relató su experiencia traumática al presenciar el tiroteo desde corta distancia. Describió haber visto a un hombre disparar múltiples tiros directamente al vehículo, lo que la llevó a huir al interior del apartamento de su madre por miedo.
“Fue impactante”, compartió, señalando una creciente sensación de inseguridad en la zona en los últimos años. El Servicio de Ambulancias de Londres respondió rápidamente y llegó en seis minutos para tratar a las víctimas antes de transportarlas a un importante centro de traumatología.
El diputado local Joe Powell expresó su indignación por el incidente, calificándolo de violencia sin sentido que no tiene cabida en las calles de Londres. Reconoció que los residentes están justificadamente preocupados por su seguridad, dados los recientes sucesos violentos en el barrio.
“Debemos trabajar juntos para prevenir mejor que estos crímenes horribles ocurran”, comentó Powell, enfatizando la importancia de que los responsables rindan cuentas. Este tiroteo se produce después de otros eventos trágicos en la zona, incluido el tiroteo fatal de Rene Graham, de 15 años, a solo dos calles de distancia durante un evento previo al carnaval en agosto pasado. Mientras los líderes comunitarios y las fuerzas del orden enfrentan crecientes preocupaciones sobre la seguridad pública, sigue siendo urgente que los residentes se unan para abordar la violencia y fomentar un entorno más seguro para todos. A la luz de este incidente, es probable que las discusiones en curso sobre cómo mejorar las medidas de seguridad en Londres ganen impulso a medida que los residentes busquen tranquilidad y protección ante futuros brotes de violencia.
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