El Gobierno del Reino Unido reconoce la aprobación ilegal de un importante yacimiento petrolífero
En un avance legal significativo, el gobierno del Reino Unido ha admitido ante los tribunales que el proceso de aprobación del yacimiento petrolífero de Rosebank, la mayor reserva sin explotar del país, situada frente a las costas de Shetland, se llevó a cabo de forma ilegal. Esta revelación surgió durante una revisión judicial iniciada por grupos de defensa del clima que se centraban tanto en Rosebank como en el cercano yacimiento de gas de Jackdaw en el Mar del Norte.
Los procedimientos judiciales ponen de relieve los descuidos medioambientales
Durante los debates en el Tribunal de Sesiones de Edimburgo, Chris Pirie KC, en representación del gobierno, admitió que las evaluaciones ambientales no tomaron en cuenta el impacto climático derivado de la combustión del petróleo y el gas extraídos de estos yacimientos.
Las aprobaciones para Rosebank y Jackdaw se otorgaron el 27 de septiembre de 2023 y el 1 de junio de 2022, respectivamente, bajo la administración conservadora anterior. El gobierno recibió el mandato de evaluar las evaluaciones de impacto ambiental que dan cuenta de las emisiones relacionadas con la extracción de combustibles fósiles, pero no incluyó los posibles gases de efecto invernadero liberados cuando finalmente se queman estos combustibles.
En una sentencia independiente dictada a principios de este año, el Tribunal Supremo del Reino Unido estableció que tanto las emisiones de extracción como las de combustión deben tenerse en cuenta en las evaluaciones ambientales. Esta sentencia ha llevado a Greenpeace y Uplift a argumentar que las operaciones de perforación en Rosebank y Jackdaw deberían suspenderse hasta que se completen evaluaciones exhaustivas.
La revisión judicial puede llevar a una decisión crucial por parte del gobierno laborista de Sir Keir Starmer sobre si se debe continuar con las perforaciones.
Si Lord Ericht lo aprueba, cualquier pausa podría llevar a la actual administración del Secretario de Energía, Ed Miliband, a exigir información adicional sobre los impactos climáticos antes de tomar una nueva decisión.
Respuesta de la industria e implicaciones futuras
Las empresas involucradas (Shell, Equinor e Ithaca Energy) sostienen que deberían continuar con las perforaciones basándose en las aprobaciones previas otorgadas de buena fe. Christine O’Neill, KC en representación de Shell, argumentó que detener las operaciones temporalmente no solo interrumpiría el progreso, sino que podría poner fin al proyecto Jackdaw.
Lord Ericht cuestionó esta afirmación; sin embargo, O’Neill enfatizó que Shell actuó legalmente al confiar en el consentimiento del gobierno y no debería enfrentar sanciones por aprobaciones anteriores. Reconoció un error de derecho con respecto a la aprobación de Jackdaw, pero argumentó que determinar la contribución de cada proyecto al cambio climático es inherentemente complejo.
Mientras continúan las audiencias, se espera que en las próximas semanas o meses Lord Ericht dicte sentencia. Este caso pone de relieve las tensiones actuales entre el desarrollo energético y la gestión ambiental, mientras los líderes mundiales se reúnen para debatir sobre el clima en Azerbaiyán.
De cara al futuro, la forma en que este resultado judicial influirá en las futuras políticas energéticas sigue siendo incierta, pero es fundamental en un momento en que las naciones luchan por equilibrar el crecimiento económico y las responsabilidades climáticas.