A medida que el verano se desvanece y la luz del día se reduce a las 4 de la tarde, la idea de ser un “mocoso”, caracterizado por tener un “paquete de cigarrillos y un encendedor Bic”, sigue viva. Charli XCX encarna este estilo de vida, como lo demuestra el regalo que Rosalía le hizo de cigarrillos por su cumpleaños y la escena en la que Addison Rae fuma a dos personas en su video musical, Aquamarine. Mientras tanto, el actor Paul Mescal ha declarado abiertamente que no dejaría de fumar mientras se preparaba para Gladiator II.
Los peligros del tabaco están bien documentados, ya que es la principal causa de muertes evitables en el Reino Unido, con casi 78.000 muertes cada año. La Dra. Misra-Sharp, médica de cabecera y especialista en cáncer, advierte que incluso un consumo mínimo de tabaco puede aumentar significativamente el riesgo de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, que conlleva una asombrosa tasa de mortalidad del 90% en cinco años. A pesar de estos riesgos, parece que las celebridades están reviviendo la tendencia de fumar, y los cigarrillos aparecieron como accesorios de moda en las pasarelas de la Semana de la Moda de Nueva York a principios de este año.
Este resurgimiento plantea preguntas sobre por qué se está romantizando el hábito de fumar una vez más. Lucy, una estudiante universitaria de 20 años, recientemente empezó a fumar porque “es lo que todo el mundo hace”, y señala que casi todos sus amigos fuman y que se ha convertido en parte de su estética. Ella atribuye esta tendencia a influencers como Charli XCX, que promueven la idea de que los cigarrillos son esenciales para encarnar una determinada onda.
Charli XCX no es la única que influye en esta tendencia; muchas celebridades se han convertido en “cigfluencers”. En Instagram hay numerosas cuentas que muestran a estrellas como Dua Lipa y Anya Taylor-Joy fumando. La imagen estereotipada de un fumador ha pasado de ser un hombre mayor poco saludable a unas estrellas jóvenes y glamorosas posando con cigarrillos.
La periodista Olivia Petter señala que los cigarrillos simbolizan la nostalgia de una época más despreocupada y que vuelven a estar presentes en la cultura pop. La película Saltburn de Emerald Fennell capta esta esencia a la perfección, con actores que han integrado el hábito de fumar en sus papeles de forma significativa.
Según Truth Initiative, nueve de cada diez películas nominadas a los principales premios Oscar recientemente incluyeron escenas de fumadores, un aumento con respecto a años anteriores. Los videos musicales destacados también muestran imágenes de tabaco; por ejemplo, se ve a Lady Gaga fumando en Die With A Smile de Bruno Mars.
A pesar de que el tabaquismo juvenil ha disminuido en general (menos de uno de cada diez adultos jóvenes fuma), las estimaciones indican que alrededor de 350 jóvenes siguen empezando a fumar a diario en el Reino Unido. El vapeo también ha ganado popularidad entre los adultos jóvenes que antes no fumaban, lo que ha llevado a algunos a volver a los cigarrillos tradicionales a medida que el vapeo se vuelve menos atractivo. Como señala el Dr. James Hook, glorificar el hábito de fumar podría darle un atractivo que aliente la rebelión contra las regulaciones destinadas a frenar su uso.