La tensión entre las patronales y los sindicatos del sector metalúrgico está llegando a un punto crítico. A partir de la próxima semana está prevista una huelga de ocho horas en todas las empresas del sector, como respuesta a la ruptura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo nacional, que expiraron el pasado mes de junio. Se trata de aproximadamente un millón y medio de trabajadores, lo que indica un deterioro de las relaciones entre Federmeccanica y Assistal, por un lado, y Fim, Fiom y Uilm, por otro.
Ruptura de negociaciones y demandas sindicales
El reciente encuentro entre los partidos puso de relieve el fracaso de las negociaciones, y los sindicatos proclamaron una nueva temporada de lucha. Las diferencias son particularmente amplias en lo que respecta a las exigencias salariales. Fim, Fiom y Uilm han pedido un aumento de 280 euros al mes durante tres años para el nivel medio mínimo. Por el contrario, las patronales han propuesto mantener el incremento en función de la inflación, fijado actualmente en 173,37 euros en cuatro años, ampliando así la validez del contrato hasta 2028.
Los sindicatos criticaron la propuesta de Federmeccanica y Assistal por su enfoque del modelo contractual, subrayando que esto significaría “ningún aumento seguro” para los próximos años.
Además de la huelga, los sindicatos también anunciaron el bloqueo de la flexibilidad y las horas extras. La crítica no se limita sólo a los salarios; de hecho, también surgió descontento respecto de la estabilización de los contratos precarios y la propuesta de reducir la jornada laboral a 35 horas semanales.
Puestos de empleador
Del otro lado de la valla, Federmeccanica y Assist defienden su propuesta económica, alegando que podría suponer un beneficio potencial de hasta 7.010 euros para el nivel C3 en el periodo 2025-2028.
Las patronales dicen que su oferta representa una respuesta a las acusaciones de no querer renovar el convenio colectivo nacional de trabajo (Ccnl), destacando cómo éste toma en consideración las dificultades del sector.
En este clima de tensión, Federmeccanica y Assistal rechazan las acusaciones de los sindicatos de haber puesto obstáculos a sus reivindicaciones y atribuyen la responsabilidad del conflicto a la posición de los tres sindicatos.
Una mirada al futuro
El conflicto en el sector metalúrgico es emblemático de los desafíos más amplios que enfrentan los trabajadores italianos en un contexto económico incierto. Dado que la renovación del convenio colectivo aún está lejos de ser una solución definitiva, es esencial monitorear la evolución futura y las posibles reacciones de las partes involucradas. La esperanza es que se pueda llegar a un acuerdo que responda a las necesidades tanto de los trabajadores como de los empleadores para garantizar la estabilidad y el crecimiento del sector.